lunes, 28 de mayo de 2012

EL DESPLAZAMIENTO EN COLOMBIA "una perspectiva Bíblica"


El desplazamiento en Colombia ha alcanzado magnitudes impresionantes, son millones de personas las que han sufrido este flagelo; nuestros campos han sido agobiados por el conflicto armado,  y los intereses egoístas y mezquinos de unos pocos que desmesuradamente y aplicando mecanismos violentos han despojado de sus tierras a quienes por derecho les pertenece; nos hemos acostumbrado a esta tragedia, se ha perdido la sensibilidad al dolor humano de ser violentado, abusado y desterrado, la compasión se encuentra ausente; se subestima y se desprecia  esta problemática, cuestión que se ha logrado en buena medida por la acción del gobierno y de poderes como l y el os medios de comunicación, el aparato paramilitar y gobernantes  que en lugar de servir al pueblo que los eligió, protegen a alguno del que los subsidio; pero creo que  Dios no deja pasar por alto la injusticia de los hombres impíos y sanguinarios.

Dios levanta en medio de la historia a hombres como  Miqueas quien  opuso rotundamente a la opresión y a la maquinaria criminal de su época encarnada por los gobernantes, religiosos y militares.

Y aunque distamos muchos siglos de la época en la que vivió el profeta Miqueas las cosas parecen ser muy similares con la realidad de nuestra nación. Vemos a un estado pasivo, cómplice y a veces actor principal de las atrocidades que cometen los poderosos para despojar de tierras a los campesinos con el  fin de seguir aumentando sus fortunas y poder.

Pero creo que Dios no dejara pasar por alto tales injusticias  por tanto nos envía como iglesia a hacer lo que el profeta Miqueas hizo,  denunciar estos hechos y a anunciarles el juicio venidero, por que en ninguna manera Dios tendrá por inocente al culpable. Aunque  como cristianos nos hemos insensibilizado ante el dolor y la tragedia de millones de compatriotas, y   nos hemos encerrado en las iglesias marginándonos de las realidades de nuestro país, debemos creer que Dios nos usa como luz de este mundo y sal de esta tierra preciosa de Colombia, que las cosas comienzan a ser transformadas en la medida que conozcamos nuestras realidades, actuemos levantando la voz, siendo comapasivos y misericordiosos con los que viven esta y otras situaciones; animemosnos a avanzar como una iglesia que marcha unida y que tiene clara su misión, que ama pero que denuncia todo mal que se pensare contra el pueblo.

Juan Manuel Currea Hernandez

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