martes, 7 de abril de 2015

MATRIMONIO HONORABLE

Por Ligonier Ministries Staff sobre Matrimonio
Una parte de la serie Tabletalk

Traducción por Laura Coloma

“Sea el matrimonio honroso en todos, y el lecho matrimonial sin mancilla, porque a los inmorales y a los adúlteros los juzgará Dios.” (Heb. 13:4).

- Hebreos 13:4
Una y otra vez, el autor de la epístola a los Hebreos enfatiza la gran superioridad de la persona y el trabajo de Cristo sobre todos aquellos que vinieron antes que Él. Sin embargo, esta enseñanza no es dada solamente para instruir, sino también para motivarnos a aferrarnos a Cristo. Dada la grandeza de Cristo Jesús, debemos correr la carrera de la fe con energía, y la única forma de hacerlo es fortaleciéndonos para que encontremos la resistencia (Heb. 10:35-36, 12:12-13).

Una de las muchas formas prácticas con la que podemos fortalecernos es mostrando amor por nuestros hermanos y hermanas en Cristo (13:1). Si nos damos ánimo el uno al otro, mostramos hospitalidad (v. 2), e identificamos con el sufrimiento de los cristianos en prisión (v. 3), demostramos el gran amor que Jesús siente por nosotros y nos recordamos el uno al otro el amor que debemos mostrarle a Él.

El texto de hoy nos enseña que también podemos mostrar amor por los hermanos, y fortalecernos, honrando el matrimonio (13:4). No está claro por qué la audiencia original necesitaba esta orden. Algunos especulan que el ascetismo o el libertinaje sexual ejercían influencia sobre la congregación. Cualquiera de las dos opciones es una posibilidad ya que al principio la iglesia enfrentaba ambas situaciones. 1 Corintios, por ejemplo, fue escrito en parte para combatir el ascetismo y la inmoralidad sexual desenfrenada que existía en la iglesia corintia.

Aunque cualquiera de estas influencias es posible, las órdenes específicas en el resto del versículo podrían implicar que tal vez la audiencia original enfrentaba libertinaje sexual en la congregación. En cualquier caso, nos dice que honrar el matrimonio significa honrar la cama matrimonial (v. 4). La relación sexual entre el esposo y la esposa es un regalo precioso de Dios y debe mantenerse puro.

Hacer esto significa, por supuesto, evitar prácticas obviamente vulgares como el adulterio y la inmoralidad sexual (v. 4). La inmoralidad sexual involucraría cualquier práctica expresamente prohibida en las Escrituras. Igualmente incluiría prácticas dentro del matrimonio que degraden o humillen a los cónyuges y no los respeten como imagen de Dios. Tales prácticas también violan las leyes de Dios y por lo tanto son inmorales.

Cuando honramos el matrimonio, lo mantenemos como una relación que glorifica a Dios y que nos lleva cerca de Cristo y no lejos de Él. Al honrar la voluntad de Dios para el matrimonio, también es honrada Su voluntad para toda Su gente.

Coram Deo

Estemos solteros o casados, esta orden se aplica a todos. Debemos evitar todo aquello que pudiera, en el presente o en el futuro, profanar la cama matrimonial. Miren sus vidas e intenten aprender cómo esta orden aplica a ustedes. Al rezar pidan a Dios que los haga obedientes a su voluntad para el matrimonio.

Textos para Estudiar Más

Gen. 1:27; 2:24
Lev. 18
1 Cor. 6:12–7:40
Efe. 5:5

No hay comentarios:

Publicar un comentario